
Un mensaje del Tesoro de Estados Unidos prometiendo apoyo al país y la eliminación temporal de retenciones al campo provocaron un salto en los bonos y una caída histórica del riesgo país.
Los mercados financieros argentinos se sacudieron hoy con una noticia que puso a temblar a los escépticos y a sonreír a los inversores: los bonos soberanos regidos por la ley de Nueva York experimentaron una suba que llegó hasta el 11 por ciento, mientras el riesgo país se desplomó un 21%, alcanzando los 1.142 puntos básicos.
Esta euforia tiene un nombre propio: el respaldo del Tesoro de Estados Unidos.
La voz del secretario del Tesoro, Scott Bessent, resonó en los pasillos de Wall Street y en el corazón del mercado local, enviando un mensaje contundente: "Estamos dispuestos a hacer lo necesario para apoyar a Argentina".
Estas palabras no son un simple gesto diplomático; confirman un monitoreo activo de la situación económica argentina y la evaluación de mecanismos concretos para brindar ayuda financiera.
Entre las opciones que se barajan están las líneas de swap, compras directas de moneda y hasta adquisiciones de deuda soberana.
La confianza de Washington en las reformas económicas de Milei se tradujo en una afirmación que caló hondo: "Argentina volverá a ser grande".
Este espaldarazo internacional, sumado a la reciente eliminación temporal de retenciones a las exportaciones agrícolas, actuó como un doble motor.
La medida oficial, que busca un ingreso de hasta 7.000 millones de dólares en el corto plazo, reforzó el flujo de divisas y generó optimismo en un mercado sediento de señales de estabilidad.
El efecto fue inmediato. Los bonos como el Global 29, 30 y 35 se convirtieron en las estrellas de la jornada.
Los inversores, que venían desconfiando y dolarizando sus carteras, encontraron en estos títulos una oportunidad irresistible.
La posibilidad de un préstamo bilateral con EE.UU. sumó un elemento de previsibilidad que el mercado valoró, reduciendo la percepción de riesgo y alentando el ingreso de capitales.
En este complejo escenario, el mercado parece haber encontrado un respiro.
La combinación de un fuerte apoyo externo y una política interna orientada a movilizar dólares del campo ha logrado, al menos por ahora, contener la presión cambiaria y dar un respiro a las reservas del Banco Central.
Sin embargo, los analistas coinciden en que el desafío real será sostener esta dinámica y convertir este impulso en una estabilidad duradera.